Un A BOMBO Y PLATILLO más moderno pero igual de farragoso, merdellón y embustero.
Una comedia coherente sobre la clase política, una comedia naturalista sobre estos tiempos de esperpento, una comedia sugerente sobre la ambigüedad de las personas, una comedia tierna sobre la ambición y una comedia ambiciosa sobre la ternura…
Un espectáculo donde nos reiremos con todas las risas posibles, pero sobre todo nos reiremos.
Porque el amor, ¿podría cambiar las cosas?
Sinopsis:
A bombo y platillo es una comedia que no es lo que parece sobre una mujer que no es cómo pensaba.
¿Cuántas veces nos hemos descubierto defendiendo unas ideas y haciendo luego lo contrario?
Normalmente se puede rectificar sin problema pero…, ¿pasaría lo mismo si fuéramos un líder político?
Ése es el caso de la protagonista de A bombo y platillo, una lideresa cuya vida íntima puede reventar de forma definitiva su trayectoria política y profesional.
Premio a mejor actriz en el 36 Festival Nacional de teatro de Vegas Bajas.
¿Qué por qué volvemos?
- Porque nos morimos de ganas de subirla al escenario de nuevo.
- Porque tuvimos muy buenas críticas en su momento y eso da seguridad.
- Porque el público se tronchó a carcajadas.
- Porque Cristina ganó un Premio a Mejor Actriz en el Festival Nacional de Teatro de Vegas Bajas y da gusto verla.
- Porque pesamos que en la vida hay que reírse de lo patético que somos muchas veces y el teatro es el fantástico para eso.
- Porque tal vez (y ojalá) con amor podrían cambiar muchas cosas.
- Y sobre todo y por desgracia, porque la obra fue pitonisa de lo que vendría: políticas racistas, homófobas y populistas que necesitamos volver a despellejar.
En Prensa han dichos cosa así:
"Rojas se embebe de un texto perceptivo, inteligente y veraz de Luis Felipe Blasco para llenar de vida y convicción a esta política" "Cristina Rojas, en absoluto dominio de su personaje, le otorga emotividad y sinceridad, le vuelve despojado y vulnerable, le vuelve desarmado y desconcertado, le vuelve tú y le vuelve yo, cuando nos quedamos sin máscaras ni frases hechas, y no sabemos que hacer y tenemos, debemos, decidir"
Luis D. Otero - Prensa Social
"...el guión salta de un lugar a otro de forma hilarante y el espectador se encuentra misteriosamente hechizado por el drama cómico de un político"
Carlos Munera - Pop up teatro
“[...] cargado de humor entre el que se esconde la continua crítica que tantas veces se echa de menos.. …Cristina Rojas hace su papel, y clava el formato, que para eso es el teatro.”
Julio Castro- La república cultural
“Cristina Rojas interpreta a la perfección a esta alcaldesa resuelta y ambiciosa, cuadra el personaje y convence”
Estrella Sauvirón - A golpe de efecto
"su interpretación es brillante" "...dotada de gran sensibilidad y talento a la hora de encarnar a su personaje"
"A bombo y platillo es la excusa perfecta para pasar un buen rato, y de paso pensar..."
Guillermo Alvárez - Columna Zero
"[...] un unipersonal en el que se luce magistralmente Cristina Rojas con toda su gracia y simpatía”
Juan Pablo Scott. La Opinión de Málaga
Nota de la co-directora y actriz
Mi madre siempre me dijo que A bombo y platillo (2011) debería hacerse siempre. Y yo le he hecho caso. La obra ha sido pitonisa de lo que vendría: políticas racistas, homófobas, populistas y falsas que cada vez son más aceptadas por la sociedad. Se creó en residencia en la Sala Triángulo de Madrid (actualmente Teatro del Barrio), y gustó mucho...Recibimos críticas buenísimas, ganamos Premio a mejor actriz, giramos varios años...Hasta que se acabó.
Y tenemos gato, siguió, y vino FELICIDAD, LA PERRA (o la necesidad de ser amado), ALGUNOS DÍAS en coproducción con el Centro Dramático Nacional...
Pero, he querido volver a mostrar a esta lideresa política mentirosa (y a veces
enternecedora y amorosa a pesar de todos) y la he revisitado, un poco. Para su
creación, improvisé con lo que me proponía Luis Felipe Blasco y él hizo la dramaturgia y me gusta tanto, que está prácticamente igual. Sólo que más nuevo, más de ahora...
Un A bombo y platillo más moderno pero igual de farragoso, merdellón y
embustero.
Porque el amor, ¿podría cambiar las cosas?
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