Reseña de Felicidad en ‘Todos al teatro’

Felicidad, un drama con tintes de comedia.

‘Felicidad’ es un montaje de Tenemos gato que se está presentando en el Teatro Lara, escrita por Cristina Rojas y Homero Rodríguez, quienes también participan en la obra, bajo la dirección de la propia Cristina Rojas; una historia donde cuatro personajes andan en busca de la felicidad, un concepto muy subjetivo que depende de lo que desea y busca cada persona, en este caso, cada personaje.

El público entra a la sala. En el espacio escénico solo se encuentran unas sillas. En unos minutos aparecen los actores: Cristina Rojas, Raquel Mirón, Homero Rodríguez y Enrique Asenjo, quienes salen sonrientes, se miran, se abrazan, se dicen algunas palabras, vuelven a reírse y se cambian de ropa para convertirse en los cuatro personajes que confesarán sus penurias en busca de la felicidad.

La pieza es una reflexión teatral sobre el intento del ser humano de ser feliz durante la madurez. Una contundente realidad que se pasea por las relaciones de pareja, amistad y conciliación familiar. Cabe destacar que la pieza se estrenó en enero del 2017 en el Teatro Cervantes de Málaga, dentro del XXXIV Festival de Teatro con el público en el escenario, consiguiendo la cercanía y verdad que persigue la compañía.

La puesta en escena cuenta con un juego escénico  muy bien estructurado, dividido en pequeñas escenas donde primero habla una de las parejas, mientras la otra está sentada en un costado escuchándolos; luego se entrelazan entre ellos y más tarde les tocará confrontarse a los cuatro en escena, con interrogantes y dudas que tambaleará la estabilidad emocional de todos.

Los espectadores hilan poco a poco la vida de los protagonistas, enterándose de sus pasados, necesidades y anhelos. Y es que las relaciones humanas son muy complicadas, y mientras sumamos años en nuestro expediente, tenemos más anécdotas para contar, reír o llorar, añadido a eso el deseo de vivir y ser felices. Pero la receta no funciona para todos por igual varía de acuerdo a la persona.

Realmente un montaje fresco que transcurre en 90 minutos y donde el tiempo pasa veloz sin perder ritmo. Donde las actuaciones son tan naturales como magistrales, saltando de la risa a la insatisfacción en segundos, y es que no hay mejor manera para decir la verdad que riendo para no llorar. Con diálogos inteligentes que atrapan de principio a fin a los asistentes, quienes siempre están expectantes ante algún elemento sorpresa.

Se aplaude el trabajo de interpretación bien realizado que se pasea del drama a la comedia, y donde luego de la gran reflexión los actores rompen la cuarta pared para preguntarle a algunos espectadores, de forma directa, si todo está bien: “¿qué tal? ¿Cómo lo han pasado?, bien, ¿Cómo te sientes?”.

Luego de haber sido testigos de cómo ella quería hacer el amor, pero él ahora no podía. Otro él quiere que le escuchen, otra ella quiere ser madre. Ella quiere viajar, él también. Ella y él llevan sin estar solos tres años. Ella y él tienen un hijo. Otro él no quiere ser padre. Ellos y ellos van a Lisboa. Felicidad.

Fue una hora y media donde se plantearon interrogantes como: “¿Era así cómo imaginábamos nuestra vida? ¿Era esto lo que me apetecía hacer? Creía que el hombre de mi vida iba a creer en el amor verdadero ¿debo ser madre? Me gusta mucho bailar, escuchar música, tocarla. Te echo tanto de menos que me duele”. La vida misma es un suspiro. Desde Todos al Teatro elogiamos el excelente trabajo de Felicidad, una entrega actoral que no se pueden perder en el Teatro Lara.

Fuente: Mayelit Valera para Todos al teatro